DESDE ANTES YA LA SENTIAMOS

Jerarquías al control

Recuerdo que de niño cuando mi tía nos visitaba durante las largas vacaciones de verano, (en aquella época de dos largos mesesotes) uno de los juegos que ella ocupaba para tenerme medio entretenido mientras ella muy gandallamente se apoderaba de la telera, era adivinar la marca de los comerciales al momento de aparecer las primeras imágenes en pantalla y decirlos en voz alta donde quien acumulara más marcas ganaba (cosa que obviamente nunca logre y que sin darme cuenta me embutía toda la maldita barra de taranovelas del canal de las estrellas desde las 5 de la tarde hasta el noticiero de Zabludovsky esperando cada cierto tiempo la siguiente tanda de mensajes televisivos).

Posteriormente, con la adolescencia a cuestas que inmanentemente siempre es difícil, haciendo sentirse como pez fuera del agua hasta al más pintado, corría el personalmente doloroso año de 1992 época en la que me sentía aún peor de lo que solía ser.

Falta de autoestima (que de vez en vez vuelve a aparecer) aunada a la clásica soledad del adolescente que no se entiende ni así mismo, se juntaba a la falta de escuela, de objetivos y de amigos con cuales compartir, refugiándome (ahora con el control remoto en mano y agandallandoselo jerárquicamente a mi hermano menor) en la boca del lobo denominada T.V.

Que años y comerciales aquellos.... Sr. Don Simón

-Sí señor Don Simón, que recuerdos aquellos en frente al televisor, donde productos fuera del alcance de un adolescente jodidón se mostraban en el video aparador.

Precios que hoy son in entendibles para las generaciones más chavalas que no tienen ni idea del cambio del peso a Nuevo Peso, que no saben que Alejandra Guzmán fue delgada, que los pastelitos antes solo se vendían en unidades y no en cajas.

Y ni que decir de las técnicas como la fotografía, la edición o más aún el novedosisimo uso de computadoras para hacer capas de imágenes o logotipos animados en comerciales que rayaban en discursos estúpidos, lerdos y cuasí increíbles, donde entre otras cosas nos vendían un festival en Acapulco comparable al de Viña del Mar pero muy al estilo Telerisa.


No Carlos No Más, Por Favor No Más!!!!

Sin Embargo, lo peor de aquella época son aquellos horrendos comerciales del régimen salinista que buscaban vendernos la idea de que hasta en los pueblos perdidos estábamos avanzando al primer mundo bajo un esquema de Solidaridad al solo pronunciar las palabras (Intento de traducción) “PICUARCUS CAÑA” o lo que es lo mismo “YA LA SENTÍ”. Y ahora 17 años después aseguro:

SÍ!!! MÉXICO YA LA SINTIÓ Y LA SIGUE SINTIENDO dura y hasta dentro la crisis

jr